Autoras Chilenas, Cuento, Relato, Tintapujo Editores

Feliz Cumpleaños. Un cuento de Catalina Parrado

El aroma a café mañanero provoca en mí la ansiedad bruta de enfrentar una nueva jornada.Cojo la bata y me dirijo a la cocina con lentitud, puesto que el único momento agradable del día consiste en recorrer el largo y cálido pasillo que otorga gratos segundos para disfrutar la inocencia adulta, esa que una elige creer para ignorar la latente realidad que, por muy cotidiana que sea, sigo sin acostumbrarme a ella. Raúl es digno de admirar. Se levanta apenas despierta y en quince minutos ya utilizó la ducha, vistiendo su clásica elegancia desde que nos casamos, con un dulce desayuno listo en mesa para recibirme junto a regalos. No puedo evitar amarlo y envidiarlo al mismo tiempo. ¿Qué debo hacer para sentirme como él?, ¿será un tema de tiempo o deberé aumentar las sesiones de terapia? Quizás no está en mi ADN la superación personal, pero tampoco es como si hubiese un manual que te guíe al camino de la felicidad, olvidando las responsabilidades propias de la vida y dejando atrás la nostálgica adolescencia que, si bien me reconforta, también me estanca. La oficina siempre igual, con los mismos rostros y la tarea habitual. Pareciera que sólo yo reconozco la monotonía del lugar. Mariela todos los días llega y se va con sus labios rojizos perfectamente delineados que protegen una espléndida sonrisa. ¿Será sólo una imagen fingida o realmente le nacerá su actitud? Deseo imitarla, pero también me conozco y sé que por dentro no es estar en sus zapatos lo que quiero. El equipo me saluda y celebra con una bondad genuina que busca en mí la aprobación moral del momento. Soy recíproca y les agradezco, contando los minutos para ir al baño y llorar en paz sin entenderme. Tarde o temprano me hundiré más y más en la infinita travesía de lograr madurar hasta por fin, algún día, aliviar este insaciable anhelo de vivir sin culpa la edad que tengo. Catalina Parrado (1999) Nació en Rancagua, Chile. Estudió Contabilidad y Auditoría en la universidad Diego Portales y actualmente dedicarse al rubro del control interno en la industria de seguros, residiendo en Santiago de Chile. Desde la adolescencia desarrolló interés y habilidad por la escritura, realizando relatos y cuentos cortos hasta el día de hoy, explorando la realidad social en primera persona, siempre desde un punto de vista psicológico y emocional. Ha participado en diversas antologías de cuentos bajo editoriales internacionales como Palabra Herida y Komala, como también publicado su primera compilación de relatos “Siénteme” (2024) en la plataforma digital InDream. Adicionalmente parte de su trabajo puede encontrarse en el tomo I de “Textículos” (2025) de la Editorial Tintapujo.

La voz de la mujer, Tintapujo Editores

Labores del Sexo

Recordando a Virginia Wolf en su ensayo de 1929, “Una Habitación Propia”, me imaginé a aquellas escritoras londinenses contemporáneas a Wolf, las que necesitaban para vivir de modo independiente, un aproximado de quinientas libras esterlinas por año. Consultando con chat Gpt, quien se ha transformado en mi “amigo”, esta cifra expresada a pesos o a dólares en la actualidad, sería insuficiente para vivir sola. Aunque Virginia, solamente hacía referencia a la necesidad de contar con un cuarto con pestillo. La sugerencia que hace la escritora en su ensayo, no es por casualidad, efectivamente la mujerrepleta de actividades familiares y deberes constantes entre hijos y cónyuge, no lograba el tiempo para avanzar en sus poemas o novelas, dado que, a esto se sumaba que la situación de la mujer frente al hombre, siempre ha sido el tener menores recursos. Y en este punto, no hablo de aquellas excepciones a la regla, sino, de la gran mayoría de las mujeres en la actual sociedad. Sin pretender caer en comparaciones entre géneros, en cuyo caso, me debería extender bastante más, continuaré mi análisis en relación a las pésimas condiciones con que las mujeres, le roban algo de tiempo a sus “deberes” que las colapsan en la mayoría de las veces, no permitiéndoles el esencial derecho al ocio. Si el título de este trabajo hubiera sido, Análisis de la ley 21.212 publicada el año 2020, que permitió ampliar la tipificación del femicidio y vino a endurecer las penas como una circunstancia agravante. Sanción que implica una pena de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo. Serían pocos los lectores de este artículo, salvo uno que otro despistado abogado. Por este motivo lo titulé “Labores del Sexo”, este último concepto se utilizó mucho hasta hace pocos años en mi país, Chile. Labores del Sexo, es la actividad con que se le asocia a la mujer en sus labores con el hogar. Algunos hombres que se definen feministas, generalmente políticos en tiempos de campaña, levantan banderas en favor de la mujer, diciendo que esta actividad está invisibilizada y poco valorada. Yo les diría, ¡Pero Hombres!! a quién le importa visibilizar esta horrenda asignación de tipo casi esclavista que aún se nos asigna en la actualidad. Ahora entiendo, el porque odiaba las clases de bordado de las monjas en mi colegio, mientras me escapaba a la biblioteca, que si bien tenía solo textos bíblicos y uno que otro interesante, era mejor que seguir el camino de “Labores del Sexo”. Acaso las “Labores del Sexo” no son en la actualidad lo mismo que decir “Dueña de Casa”, o pero aún “Jefa de Hogar”, es decir, continuamos asociando a la mujer con su lastimosa tarea de cuidadora del hogar, un hogar que es compartido con otros miembros del otro sexo, quienes muestran indiferencia o quizás una repentina voluntad magnánima de “ayudar con la casa”, como si la casa en si misma fuera una Entidad viva que solo se alimenta de la esencia femenina. A través de la historia y hasta nuestros días, podemos ver que pese a todos los movimientos feministas y esfuerzos de uno que otro gobierno más pro, en mejorar las condiciones de las mujeres en la sociedad, sigue existiendo una evidentebrecha entre las oportunidades e ingresos económicos de la mujer y el hombre. Organismoscomo la OIT y la ONU, siguen hablando de brecha salarial, a mayor abundamiento, la Organización Mundial del Trabajo, señaló en febrero del año 2025, es decir este año, que sigue existiendo una importante brecha salarial, ganando la mujer en promedio un 20% menos que el hombre. A modo de ejemplo, la OIT indicó que de 100 dólares ganados por el hombre, la mujer solo percibía unos 51,8 dólares, esto a nivel mundial, tanto para mujeres con mayor o menor especialización en su trabajo. Como el hombre siempre obtuvo mayores recursos que la mujer, tuvo además, el privilegio de optar a mejor educación, a las ciencias, artes y letras. Lo anterior, sin contar que, fue ausente total o parcialmente en el cuidado de los hijos y el hogar. De este modo, la historia del arte, las letras, la pintura, ciencias y toda expresión artística, ha sido gobernada por hombres, con una mirada sesgada y revisada por hombres no por mujeres. En este punto el género masculino podría defenderse y reprochar mi análisis, diciendo que si han existido mujeres que pudieron destacar por su voluntad y esfuerzo. Efectivamente siempre hay excepciones, y solo como ejemplo para no extenderme en los tortuosos caminos de aquellas que logran con gran dificultad destacar en un mundo masculino, es quemencionaré a la joven escritora Jane Austen, ”Orgullo y Prejuicio”. Una genio sin permiso para la educación y con un exceso de responsabilidad familiar, un milagro en la creación de sus obras, que nacieron a la vida en las peores condiciones que podría tener una mujer por aquellos días. Austen, luchó contra la falta de recursos, la muerte de su madre y familiares que dependían de ella, sin duda un gran talento. Según lo expuesto, ya no es tan fácil convencernos de aquel discurso, sobre los mayores talentos e inteligencia se dieron en los hombres versus mujeres. Es muy simple, mayores ingresos económicos, fueron sin duda mayores oportunidades en todas las áreas y esto nos vuelve a las sabias palabras de Virginia Wolf, la mujer y su pobreza. La falta de formación académica, de oportunidades laborales y sociales, nos ha relegado por décadas a un cuarto sin pestillo y sin posibilidad de disfrutar del arte, pintura, letras, ciencia o simplemente de un ocio merecido. A mayor abundamiento, los mejores y destacados escritores, contemporáneos a Wolf, como Byron, Shelley o Coleridge, disfrutaron de unacómoda situación económica y de la mejor educación que la Inglaterra de entonces les ofreció, en su mayoría no fueron autodidactas, fueron hombres con formación académica. Pero que pasa en la actualidad con nuestras condiciones frente al otro género. Según lo analizado y expuesto, esto no ha cambiado, y tristemente estamos lejos de poder

Poesía, Tintapujo Editores

Deja Vu: un poema de Aldo

Navego en estas notas que se desprenden de un sentimiento que no alcanzo a percibir, y estoy pegado a la última estaciónsin que esta lluvia deje de caer sobre mis hombros; y yo como un tonto, esperando ver tu sonrisa, mientras las gotas caen en el último sueño de la mañana. Y últimamente estoy confundiendo los deja-vus con los sueños, pero puedo asegurarte que aún recuerdo tus manos tibias y pequeñas sobre las mías, y aún siento tus labios rojos besando los míos; pero como puede ser que no recuerde tu rostro, ni donde te vi esa última vez: debajo de un sueño, entre las sábanas de vidas pasadas o en caminos cruzados de la eternidad. Aldo Marcel Muñoz Hernández / México Escritor aficionado desde los quince años, comencé escribiendo letras de canciones, hasta armar mi primera novela en mi adolescencia: “Viviendo en la Muerte”; después de tiempo escribí un cuento, una especie de charla con mi otro yo, “Decadente Historia de una Mente en Decadencia”. Actualmente, doy a conocer mis escritos en las redes donde subo videos, narrando y presentando fragmentos de mis letras en: @papel_y_tinta666 y en TikTok: @letraslibres666

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